lunes, diciembre 10, 2007

Un mal día lo tiene cualquiera

- Perdona, ¿qué has dicho?
- Digo que si te vienes a mi casa y echamos un polvo.
- Yo alucino.
- ¿Por qué? Tampoco es tan raro...
- Me conoces desde no hace ni dos minutos, ¿y me pides que me vaya a tu casa a echar un polvo?
- Es que tras estos dos minutos ya sé que no me apetece descubrir qué más tienes en la cabeza, pero aún sigo queriendo echarle un vistazo a lo que tienes más abajo.
- Me habían contado muchas cosas de tí, pero se les olvidó decirme que eras un gilipollas.
- ¿Eso significa que no?
- Vete a la mierda.
Mujer.Extremadamente.Guapa se aleja, enfadadísima. Amigo.Extremadamente.Borracho se acerca.
- Joder, vaya chine lleva. ¿Qué le has dicho?
La música que suena en este infierno en el que ardo hoy es especialmente detestable. Me fijo en las sillas que hay junto a la barra, sillas altas, de asiento metálico. Unas sillas muy bonitas, muy modernas. Me gustaría agarrar una y emprenderla a golpes con la cristalería.
- Le he preguntado si se venía a mi casa a echar un polvo.
- Tú estás tonto.
- Es que me estaba cayendo fatal.
- ¿Pero tú has visto cómo está la tía?
- Ya, pero es idiota.
- Repito: ¿PERO TÚ HAS VISTO CÓMO ESTÁ LA TÍA?
Mujer.Extremadamente.Guapa se acerca de nuevo. Amigo.Extremadamente.Borracho la ve llegar y se aparta unos metros. Creo que piensa que me va a pegar, o quizás que me va a tirar encima su copa. Yo también lo estimo posible.
- Mira, no me gusta dejar las cosas así... Creo que deberíamos empezar otra vez de cero.
- Por mi bien.
- Yo no insisto más en que me parece que estás un poco triste y tú no insistes en que nos acostemos.
- ¿Nunca?
- Por favor...
- Venga, de acuerdo. Empieza tú.
- Vale. Hola, me llamo Marta y... y me encanta la navidad. ¿Y a tí?
blog comments powered by Disqus