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Estuve viendo a Uffie. Uffie estuvo bien, y hubo mucha más gente que el año pasado a causa de la que están liando con Justice. Pero, bah, a quién coño le importa un concierto. Los conciertos son como los incendios: no importa cuántos apagues, siempre surge otro. A la mierda los conciertos. De lo que de verdad me apetece hablar es de las parejas rotas. Porque se me ocurre que existen dos tipos de personas: los que ante una ruptura echan la culpa al otro, y los que se echan la culpa a sí mismos. Si son ustedes de estos últimos, fuera de aquí, largo, no les quiero cerca. Pusilánimes. La primera regla de toda relación, si pretende uno sobrevivirla, conservarse, es: "la culpa siempre la tiene el otro". Siempre. Y si lamentan aquel día lluvioso en el que no cogieron el teléfono para llamarla y decirla cuánto la querían, piensen que el mismo trabajo le habría costado a ella hacerlo. Y si lamentan aquel día, en aquel andén, en el que no se decidieron a echar a correr tras el tren, piensen que mucho menos trabajo le habría costado a ella bajarse. Y si lamentan aquel día en el parque, cuando ella se despidió y desapareció entre los árboles y... los árboles y las lágrimas y... Los árboles. Mierda.