miércoles, mayo 02, 2007

Oh oh oh, I am in trouble


Me envia Martina un mail con el enlace a este video de aquí arriba (excelente canción, por cierto) y me dice que esté atento al minuto 00:58 (02:56 en la cuenta atrás), ya que es en ese instante cuando el cantante muestra una sonrisa, dice ella, clavadita a la mía. Martina siempre está sacándole parecidos a la gente. "Mira, ¿no te parece que la nariz de esa es igual que la segunda nariz de Nicole Kidman?". Yo creo que no me parezco a ese señor en nada, pero, en fin, que si hace falta yo me planto frente al espejo y ensayo hasta que me salga. Yo por tí, preciosa, lo que sea. Martina también protesta diciendo que últimamente su nombre aparece poco por aquí. Que la he sustituído por un puñado de pelandruscas (excelente palabra, por cierto). Pues te propongo una cosa: acompáñame este Sábado al concierto de la autora del disco más importante de la década y luego déjame que te emborrache. Verás como ahí sí que hacemos historia.
Hablando de pelandruscas. Me encontré con Angel en el concierto de Lagartija y me aclaró que lo de Sarah del fin de semana no tuvo nada que ver con el azar. Que fue una maniobra anunciada, cada movimiento perfectamente planeado y ejecutado. Que la muy puñetera llevaba un tiempo esperando a que se diesen las circunstancias adecuadas para el ataque. Que aquello no fue seducción, sino el remake en clave ligue de Ocean's Eleven. Y he de decir que el asunto me provoca varios sentimientos encontrados:
a. Sorpresa. Una chavala bonita anda detrás de mí y ni me entero. Eso antes no me pasaba.
b. Preocupación. De la misma manera que alguien te elige como objetivo de una inocencia, igualmente lo puede hacer de una maldad. Y ni te enteras.
c. Halago. Creo que esto, a estas alturas, ya no hace falta que se lo explique.
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