Sentados en un banco de la plaza mi padre me contaba un chiste de jirafas. Entonces hizo una mueca grotesca y dejó caer su cabeza hacia adelante. Acompañé la ocurrencia de risas, a pesar de no acabar de ver su relación con lo de las jirafas. Luego sentí una quemadura en un brazo.
La fotografía, extraída de este sitio dedicado a Todd Solonz.
lunes, noviembre 06, 2006
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