
Y bla bla bla. Ahora, si ustedes llevasen por aquí poco tiempo, probablemente se dirian: "ay, qué simpático vanidosillo". Pero, claro, ya no. A estas alturas ustedes ya han descubierto que este mago sólo tiene un truco, el de intentar hacer pasar sus virtudes por defectos, y sus defectos por virtudes. Y, claro, las diez primeras veces el truco hace gracia, pero luego empieza a cansar. Mira, otro conejo, pues qué bien.
Entonces por qué. Bien. Llegados a este punto es importante que sepan que esto lo hago por prescripción facultativa, y que ustedes no pintan nada. No lo digo por molestar, sólo a título informativo. Me explico. Muchos de los blogs que leo se estructuran a partir de la considerable falta de autoestima de sus autores, pero éste, en cambio, lo hace a partir de lo contrario. Yo en el 3D estoy acostumbrado a que se me trate por lo que parezco y no por lo que hago, lo cual tiene sus ventajas para alguien que de alguna manera ha hecho de la impostura su estilo de vida, pero también acarrea numerosos efectos secundarios. Algunos muy serios. Así que para combatirlos vengo aquí, escribo cuatro chorradas pensando que estoy dando con la fórmula de la coca-cola, y luego me releo y me digo "menudo subnormal", y así me desinflo el ego. Exacto, a eso vengo: a pincharme el globo, entusiasmado de paso con el hecho de que mientras lo hago lo que se me vea no sean los ojos, sino las manos. Porque los ojos son lo que parecen, pero las manos son lo que hacen.
Y mira. Otro conejo. Pues qué bien.