jueves, septiembre 21, 2006

Yo es que ya no sé si voy o vengo

Hoy me ha dicho Eva que si es para eso para lo que llamo, que no lo haga. Me ha dicho que cuando alguien se le confiesa con un "me aburro", suele sentir deseos de:

a. Darle un abrazo y decirle que todos tenemos nuestros momentos bajos.
b. Animarle a que se divierta un poco, que no se preocupe tanto, que la vida son dos días y hay que aprovecharlos.

pero que en cambio cuando soy yo el que se lo dice, entonces de lo único que siente deseos es de llamar a la policía y a los bomberos y de ponerme dos guardaespaldas que no me pierdan de vista ni a sol ni a sombra. Yo le he dicho que tampoco será para tanto, y después he comenzado a pensar en cómo a veces determinamos el presente de los que nos aprecian sin siquiera darnos cuenta, y de cómo nos creamos una idea de nosotros mismos que casi nunca se ajusta a lo que perciben los demás. Y he pensado en si somos lo que somos o en cambio somos lo que los demás deciden que somos, pero no lo he pensado mucho porque en ese momento me ha llamado el maus y me ha dicho que tenemos pista para jugar mañana al pádel si el tiempo lo permite, y luego me ha llamado Sebas para comunicarme que es muy posible que en breve me consiga un Viewsonic al que tengo echado el ojo. Y ya se me ha ido el santo al cielo. Después he ido a una cafetería y allí he estado charlando con una mujer alta y muy guapa y muy extranjera y muy simpática y que se parecía una barbaridad a una modelo-actriz famosa. Algo muy casual, no se me asusten, apenas cinco frases, una anécdota y un par de bromas, y entonces ha comenzado a sonar en la cafetería una canción que me gusta mucho:

If this is the life
Why does it feel so good to die today?
Blue to gray
Grow up and blow away...

y para mi sorpresa ella ha dicho love Metric y yo he dicho sure me too, y luego un tipo muy alto y muy fuerte y más simpático de lo que a lo lejos parecía le ha agarrado del brazo y le ha dicho gotta go, y ella ha dicho adiós, y el tipo simpático ha hecho gestos al camarero para que le cobrase también lo mío, pero el camarero le ha comentado que no, que yo ya había pagado lo mío y también lo suyo, así que me ha dado las gracias, thanks mate, y se ha marchado. Y entonces he pensado que a veces me resulta todo muy raro y que a lo mejor tengo que cogerme unas vacaciones de mí mismo, y que probablemente lo haga la semana que viene. O la otra.
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