Ayer me presentaron a un tipo, y a la vez que me decían que su nombre era fulano me comunicaban tambien que un par de días antes se le había muerto mengano. Dejando al margen el innato talento para la inconveniencia del zutano que me lo presentó, el caso es que me encontré saludando a fulano, sí, pero siendo incapaz de decir lo que se supone que en esas circunstancias se debe decir. Y no me refiero a una incapacidad de índole moral, sino de índole física: no podía decirlo, y no podía porque era mentira, no lo sentía en absoluto, me daba igual, yo a ese fulano no lo conozco de nada, no sé por qué iba a sentirlo. Y es que resulta que hay una serie de expresiones que no soy capaz de vocalizar si no me salen de muy dentro (iba a decir "del alma" pero es que no creo en eso), ni siquiera por socializar: una es "lo siento", otra "te quiero". Y, bueno, luego hay otra, "un white label con coca cola, por favor" que tampoco soy capaz de redondear a determinadas horas, pero creo que eso tiene más que ver con no sé qué historias de torrentes sanguineos contaminados y neuronas perezosas.
El poster pertenece a esta colección de carteles relacionados con el cine de la América negra. Vía RaShOmoN.
viernes, febrero 17, 2006
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