Nada hay tan reconfortante en esta vida como organizarte de cuando en cuando un tranquilo día de vacaciones. Sin horarios, con tiempo de sobra para dedicarte a tus ocios favoritos y a tus perversiones más profundas. Y sí, quizás tengas una oportunidad de redondear un día perfecto, claro, si no cometes el pecado-padre: dejarlo en manos de otros, de un modo u otro. Si quedas con, no sé, un pintor a las 9, se presentará a las 12, si se presenta, y te habrá jodido la mañana. Si quedas con, no sé, un técnico de Gas Natural a las 2, se presentará 4 horas más tarde, te quedarás sin comer, te joderá la tarde, y encima te arruinará la semana diciéndote que no, que esa caldera de gas no tiene arreglo, que se le ha estropeado la maneta filtra-líquidos, la espiral metálica conductora o la madre que parió a Saunier-Duval, y que te va a tocar pegarte con tu casero para que te ponga, y rápido, una nueva caldera que te permita tener algo en principio tan tonto como es el agua caliente.Así que si quieres que algo salga bien, ni te lo pienses, do it yourself. Que los demás ni te huelan, que te olviden, que les jodan. Y sí, creo que es el momento ideal para ver la de "El Hundimiento", que lleva ya tantos días en espera que me está empezando a caer gorda. Definitivamente, necesito identificarme durante un buen rato con algún genocida de los gordos.
Fotografía de Corinne May Botz, titulada "Kitchen (room from afar)" de su serie "The Nutshell Studies of Unexplained Death".
