Ando estos días sumando a mis adicciones una nueva: un canal musical televisivo, una suerte de Kiss FM visual en alemán, lamado Deluxe Music. Por cierto, amenazan con pronto abrir algo similar (¿Kiss TDT?) en Madrid, tras las tropocientas concesiones recibidas por su dueño. Suena horrible, ya, pero me parece bien: siempre me he mostrado favorable a la sobre-exposición de aquellas cosas que detesto, así se gastan antes. A lo que iba, estaba moviéndome por el dial del satélite Astra, sin rumbo fijo, un ojo en la pantalla y el otro en una pequeña mancha de origen desconocido en el sofá, cuando ante mí apareció Cyndi Lauper, con el video de "Time After Time" (Eva Cassidy, buena la hiciste). Lloraba, gritaba su rabia, se enfadaba, hacía pucheritos, pero no acababa de quedar claro el por qué: ¿sus padres no la entienden? ¿a su novio no le gusta su corte de pelo? ¿un caso de ciclotimia de manual? Y allí embobado me quedé, recordando aquella camisa rosa y aquellos zapatos color crema que me planté allá por el 86, ese día que fui a la discoteca aquella en la que...
¿Requisitos para que un video aparezca en su playlist? Mucha cámara lenta, al menos 5 años de antiguedad, poca guitarra (y que no haga daño), y a ser posible mucha gasa saramontielina en la cámara. Por ahí desfilan sin control aparente Anita Baker, Pet Shop Boys, EarthWind & Fire (dancing in September) o Michael Jackson (it doesn't matter if you're black or white). Hipnótico, ¿que no?
miércoles, octubre 05, 2005
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