(Traducción) "En California del Sur, hay una fábrica donde los trabajadores hacen mujeres hiper-realistas que se pueden comprar a través de Internet de forma exclusiva por $6,000. Los clientes pueden elegir entre nueve tipos de caras y cuerpos, de lo más pequeño a lo más voluptuoso. Pueden elegir el color de ojos y piel, la longitud y color de las uñas, el estilo y corte del vello púbico. Cada muñeca tiene genitales y ano - ambos absolutamente realistas y utilizables.
Lo que comenzó para mí como una juego, una curiosidad - cómo fotografiar hombres teniendo sexo con 125 lbs. de una mujer sintética perfectamente formada - rápidamente se convirtió en una seria exploración de los lazos emocionales existentes entre hombres y mujeres, y sus muñecas..."
Continúa en Still Lovers, lo último de la fotógrafa Elena Dorfman. Vía Conscientious, donde también se nos habla de este artículo de Salon.
jueves, octubre 27, 2005
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